La recuperación es un proceso personal, pero raramente sucede en soledad. Cuando el entorno comprende la dinámica de la adicción, se transforma en un poderoso soporte emocional y práctico. Por eso en Lázaro Adicciones ofrecemos sesiones exclusivas para familiares, donde aclaramos dudas, trabajamos la comunicación asertiva y establecemos límites saludables que fomentan el respeto mutuo.
Al aprender a acompañar sin invadir, tus seres queridos se convierten en un “red de contención” que reduce el aislamiento y fortalece tu sentido de propósito. Además, la familia adquiere herramientas para gestionar su propio estrés, evitando el desgaste y promoviendo un ambiente doméstico estable, requisito esencial para consolidar tu nueva etapa libre de consumos problemáticos.